Ilustrando preguntando ando

25/05/2025

Autor/a:

por Sozapato

EL RETO DE ILUSTRAR

Lo que más amo de mi trabajo es el reto creativo de darle forma y color a un tema cotidiano desde una perspectiva distinta, porque para lograrlo debo interpelar mi postura crítica respecto al tema y, a través de este pretexto, a mi propia humanidad. Algo que inevitablemente me lleva a encarar quién soy y a preguntarme: ¿quién quiero ser?

Fomentar que los niños/as lean imágenes, ayuda a su desarrollo integral.

A diferencia de la imagen audiovisual: rápida y efímera que nos exige una significación inmediata y superficial; para leer una imagen estática, es necesario detenernos y activar nuestra significación personal. Es más que solo “ver”, es ejercitar nuestra capacidad de ¡saber estar presentes!

LA MIRADA

Desde mi perspectiva, nuestra forma de entender el mundo es la herramienta gráfica-creativa más importante de la que podemos hacer uso y sin embargo y tristemente, pocos la ejercitamos de manera consciente. La pregunta es: ¿cuánto tiempo y esfuerzo destinamos a desarrollar la agudeza y profundidad de nuestra mirada?

Entiéndase por “mirada” la decisión consciente de tener una perspectiva más amplia = abrirnos a escuchar/entender al otro y a lo otro.

NO ES UN DIBUJO

Ilustrar no se trata de dibujar bonito. Se trata de crear ecosistemas visuales que puedan activar reflexiones significativas en el espectador. Para ello se necesita mucho más que saber técnicas de pintura, es imprescindible tener un pensamiento reflexivo-lúdico desarrollado que pueda generar asociaciones con devenires interesantes; que le permitan al lector resignificar su propia visión, mientras lee/descubre la imagen.

¿Por qué crees que las personas no miran lo que pasa a su alrededor? ¿Por qué piensas que el dragón está mordiendo el semáforo? ¿Por qué el niño es la única persona que ve a Matilde? ¿Por qué solo Matilde y el niño tienen color en este mundo? ¿Es “progreso” dejar de vernos entre nosotros?

El arte es saber generar buenas preguntas.

EL GOZO

Esta combinación de reflexión y juego crea una danza particular, que bien se podría llamar “gozo”, otra gran herramienta a nuestra disposición. 

Cuando hablo de gozo no me refiero a “hacer únicamente lo que nos causa placer” o “lo más cómodo”, me refiero a permitir que el disfrute intervenga de manera activa en nuestro quehacer artístico. Si el proceso creativo es ansiógeno, el producto artístico es menos disfrutable. 

Creo que es importante desmontar, de una vez por todas, el imaginario de que los artistas crean más y mejor desde la tristeza y el conflicto.

¡Yo decido crear desde la alegría!

por Sozapato

Artes y pensamiento