Rituales, bits y likes: memoria y patrimonio en modo digital

25/06/2025

Autor/a:

por Públicos

La memoria no siempre está en los libros ni en los museos. A veces se esconde en una maquinita, en una lista de reproducción o en un video de redes sociales. Las tecnologías, ya sean analógicas, digitales o híbridas, están cambiando la forma en que el arte, las expresiones culturales y el patrimonio se produce, se conserva, se comparte-transmite. Aquí, tres casos que son testimonio de ello:

El patrimonio invisible de los videojuegos ecuatorianos

En Ecuador, pocos saben que existe una pequeña pero persistente escena de desarrolladores de videojuegos que exploran temas patrimoniales y culturales. Uno de los primeros intentos fue El Chasqui, creado como una investigación universitaria, que convirtió al mensajero del Tahuantinsuyo en un personaje de videojuego, con alto contenido educativo-cultural.

Más allá del entretenimiento, estos juegos recuperan símbolos, geografías y narrativas que no suelen estar presentes en las pantallas. En ellos, lo ancestral se transforma en reto, en exploración, en aventura. El juego se convierte en medio de transmisión cultural. Así, los saberes orales, los trajes, los territorios y hasta los idiomas originarios encuentran un nuevo espacio de existencia: el entorno virtual.

Del barro al byte: cuando los instrumentos prehispánicos se musicalizan

El Taller La Bola, en Quito, ha realizado una labor tan técnica como poética: dar vida a instrumentos musicales prehispánicos y grabar su sonido con herramientas actuales. La colección de objetos de barro corresponde a objetos de contextos funerarios, lo que refuerza su dimensión ritual. Al reproducir su sonido con micrófonos, softwares de edición y plataformas de streaming, estos instrumentos se trasladan de los ajuares sagrados a los archivos digitales.

El resultado no es solo una colección de grabaciones: es un acto de memoria activa. Lo que fue ofrenda se convierte en escucha. La música prehispánica, lejos de quedar congelada, ahora vibra con un sentido contemporáneo. La tecnología, en este caso, no reemplaza al pasado, lo revive, lo amplifica.

TikTok y patrimonio: viralizar la memoria

Hoy, el patrimonio también baila. En TikTok Ecuador, hashtags como DanzaAndina o InstrumentosAncestrales reúnea jóvenes que mezclan pasos tradicionales con música electrónica o sonidos rituales. Un ejemplo de ello es Fabrikante, quien se autodefine como el primer ecuatoriano en fusionar instrumentos de corte prehispánico con equipos digitales para crear el tribalecuatoriano, un género musical que coquetea con otros géneros como el techno y la electrónica.

Lo que para unos es entretenimiento, para otros es una forma de resistencia cultural. La apropiación digital del patrimonio no siempre es perfecta, pero sí poderosa. Permite que las nuevas generaciones se acerquen a sus raíces desde el lenguaje que mejor conocen: el audiovisual. Entre filtros, coreografías y remix, la memoria también se vuelve tendencia.Las tecnologías no solo nos conectan al futuro: también abren nuevas puertas al pasado. Y en ese cruce, entre la máquina y el ritual; entre el barro y el byte, siguen apareciendo nuevas formas de hacer memoria.

por Públicos 
Revista de artes y pensamiento