Profundiza en la cultura afrodescendiente como un tejido vivo, donde cada hilo es una historia, una lucha o una herencia transmitida. Las obras exploran memorias ancestrales, resistencias actuales y reinvenciones identitarias. En una sociedad donde el arte indigenista reclama su espacio, pregunto con mis tizas: ¿dónde está el rostro afro? No es competencia, es urgencia. América Latina se construyó también con raíces arrancadas de África, y esa memoria exige ser pintada desde adentro, desde mis manos negras que mezclan los colores de la resistencia.
Mi arte no es decoración. Es un acto político, un espejo para que mi gente se vea y diga: “Esta soy yo. Esta es mi historia, y es hermosa. Lo negro es bello”. Traigo el pasado al presente no para repetirlo, sino para sanarlo. Juntos tejemos un futuro donde nadie tendrá que pedir permiso para existir. Las niñas afro necesitan crecer viendo en mis cuadros lo que el mundo les niega: que su pelo crespo, sus motas es una corona, que su piel oscura es un cielo lleno de estrellas, que el turbante es resistencia.
Busquen mis mariposas en los cuadros. Ahí están mis muertos, vivos. Las mariposas (mis ancestros) no son un simple detalle: son la prueba de que el pasado nunca se fue. En cada obra revolotean para recordarme: “Alex, no pintas solo. Pintas con nosotras”. Ellas son el puente entre quienes partieron y quienes vendrán.
por MinArt – Alex Mina
Obras:
Soy Mina, soy raíz: Mina no es solo un apellido; es un puente vivo entre África y Ecuador, entre lo ancestral y lo presente.
Blanco = Éxito: Denuncia la mentira de que para triunfar hay que borrarse. Una mariposa herida simboliza a mi abuela diciéndome: “No dejes que te blanqueen el alma”. Rostros afro “blanqueados” contrastan con una mariposa que se aferra al cabello natural, último refugio de identidad.
Lazos de Sabiduría: El turbante como corona de resistencia. Las trenzas que unen a la niña, la madre y la anciana son el “WiFi ancestral” que el racismo no pudo cortar.
Eva: Reinterpretación de Eva como mujer afro. Llora no solo por el paraíso perdido, sino por el peso de la libertad y los recuerdos que guarda entre sus trenzas.
