La fiesta o es popular o no es fiesta

25/08/2025

Autor/a:

por Públicos

Los ciclos de la vida son parte esencial de la festividad en nuestras comunidades. Y por eso la celebración adquiere un sentido pleno de identidad en esa dimensión de la existencia de los grupos sociales, de los territorios marcados por la tradición de sus habitantes y -por qué no- de los imaginarios de las nuevas generaciones. 

Por ello, en Ecuador tenemos un “calendario” de fiestas populares anclado a los eventos históricos, las estaciones agrícolas o fechas de aniversarios locales. Sin embargo, ese calendario también refleja el sincretismo y la misma colonización. De ahí que se asume como uno de los temas de mayor complejidad para entender por qué celebramos desde distintas expresiones una misma fiesta en diversas localidades. Ejemplos sobran, como las navidades y el Inti Raymi, por solo mencionar dos. 

Más allá de que siempre se concibe a la fiesta popular como un acto multitudinario, para copar el espacio público, con los “mejores atuendos”, para invocar a los talentos musicales y las composiciones dancísticas, en nuestras comunidades es infaltable la comida. Así como también la religiosidad, principalmente católica, se instala en las estéticas y en los ritos y en la semántica de toda su manifestación. 

Entonces, lo que está en discusión, por ahora, es si efectivamente la fiesta popular es un evento que genera unión de los sectores sociales en toda su variedad o si en estas también se expresan las exclusiones, los privilegios, la racialización y hasta la sumisión a las élites. ¿Acaso la jerarquía eclesiástica no ha impuesto esa diferenciación social en contra de la igualdad y de la inclusión? ¿No es por ello que culturalmente también se nos ha querido “diluir” de nuestras verdaderas ancestralidades?

No olvidemos que desde la colonización muchas de esas llamadas fiestas populares han sido espacios de resistencia, con tantas amenazas para sus organizadores y participantes, motivos de represión y hasta de matanzas en aquellos tiempos en los cuales se estigmatizaba la participación masiva como un peligro para el status quo.

Eso que normalmente se asume como un motivo para crear lazos sociales habría que procesarlo con más sentido histórico y desde la complejidad social de sociedades racializadas, marginadas de los centros de poder, en todos los niveles. 

Incluso, la ocupación del espacio público ha sido regulada por las élites; ciertos lenguajes también; sin dejar de lado las manifestaciones políticas intrínsecas que toda fiesta incluye. ¿No es por eso que las “tomas” de las plazas y las calles se convierten en un modo de decir “esto es nuestro”?

Por supuesto, estas dudas no excluyen el espíritu festivo para las comunidades que celebran sus ritos, sus aniversarios, sus conquistas o sus funerales, como pasa en algunas poblaciones. Porque no podemos dejar de pensar que en estas fiestas populares hay una resignificación de las tradiciones, como lo prueban también la incorporación de nuevos elementos estéticos y de la iconografía extraída de la producción audiovisual digital, cinematográfica dominante y de esos “nuevos héroes” salidos de Marvel, con todas sus connotaciones. Aunque no es menos cierto que con la masificación y la comercialización también se han vaciado de sentido. 

Y no estaría mal también pensar desde qué lugar se está definiendo lo popular, con qué sentidos y connotaciones, historicidad y significaciones para no solo quedarnos colgados en la academia sino y ante todo para la ejecución de políticas públicas desde las diversas entidades estatales.

Por eso es necesario reflexionar sobre el sentido popular de la fiesta popular, valga la redundancia. Popular en el doble sentido: porque la hace el pueblo y por su masividad. En otras palabras, si la fiesta no es popular, no es fiesta. Y en esta edición de Públicos lo exponemos para la discusión y la apertura a nuevos debates que nos permitan entendernos cómo y desde dónde estamos percibiendo la fiesta popular que nos identifica como una múltiple nación intercultural. 

por Públicos
Revista de artes y pensamiento

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