Danzas rituales de sanación a través de la espiritualidad, mente y cuerpo en el aquí y el ahora

25/03/2025

Autor/a:

por Rosa Mosquera

Los seres humanos sufrimos de un sin número de males a consecuencia del descuido del gran templo que nos dio la naturaleza, nuestro cuerpo, debido a que el medio natural y social en el que vivimos sufre los efectos de fenómenos físicos, químicos y otros. Adicionalmente, conforme a las costumbres de los tiempos actuales y la forma de vida que llevamos los seres humanos, nuestros cuerpos sufren las consecuencias negativas y el precio de las comodidades que nos brinda la modernidad, simbolizada en la industria y la tecnología actual. Sin embargo, bien dicen los sabios de la sanación, que los mayores males que hoy en día nos aquejan, provienen de lo psicológico, cultivado en todos los rincones de nuestro sistema nervioso, principalmente en sus puntos energéticos.

Fotografías: Registro fotográfico Casa Ochún

Es muy común escuchar a los sanadores principalmente de los conocimientos no occidentales, decir que para prevenir múltiples enfermedades mortales, debemos apelar a nuestra propia energía corporal, la misma que articula la virtud de los chacras con nuestros propios puntos energéticos. Es así como se previenen e incluso se sanan enfermedades como el cáncer, la diabetes, la hipertensión, las fracturas y los distintos accesos de la piel como los nacidos, las secas y principalmente, las llamadas enfermedades sicosomáticas como el mal de ojo, el espanto, el malaire, etc.No porque se sane la carne y los órganos, elementos tangibles, se debe dejar de lado trabajar con todo ese mágico mundo de lo intangible. Los puntos energéticos, el estado de ánimo, las creencias, el mal aire, las buenas vibraciones, entre otros, son elementos universales de los que ya no se puede prescindir. En todo este mágico mundo de la sanación ancestral sicosomática un elemento imprescindible es la música y los cantos que ambientan y energizan los ritos de sanación:

Antiguamente, en nuestras comunidades del Pacífico, las abuelas realizaban todo un ritual en el momento de sanar a sus enfermos y quitarles enfermedades como el malaire, el bicho, el espanto, el ojo, el tabardillo y otras enfermedades definidas por la ciencia como “sicosomáticas” pero que realmente existen en nuestras comunidades, así como también, la forma de sanarlas, a través de sobijos, brebajes, purgantes, sahumerios, pringues, parches, bajos…; todo acompañado por el inmenso bagaje de los saberes secretivos, a los cuales han acudido y se han sanado, incluso médicos occidentales detractores de este conocimiento ancestral. Pero así también, las danzas en las costumbres del pueblo afrodescendiente han sido aplicadas para el despojo del maligno y para la sanación del espíritu. Es decir, que las danzas de sanación han estado ligadas a la magia, las creencias y el alucinante mundo de lo mitológico.

La sanación del espíritu incluso va más allá de la vida misma del paciente; es decir, que aún después de la muerte, se interpretan cantos y se ejecutan danzas para despojar los males y pecados del alma de la persona que muere. En el Ecuador esto sucede con los cantos de alabaos en Esmeraldas y de salves en el Valle del Chota. El ritual del chigualo, también lo podríamos considerar de tal manera, por cuanto, la madrina y padrino del niño muerto, para despedir al angelito que sube a la gloria de Dios, a interceder por los pecadores. En ambos casos, los cantos y danzas están destinados a limpiar y glorificar las almas de seres que han muerto.

Por tanto, vale decir que las danzas de sanación no solamente se limitan al mundo de lo intangible, sino que, por el contrario, actúan sin desligar lo corporal de lo espiritual, sin discriminar la materia del pensamiento, sin separar lo tangible de lo intangible. Es así como las danzas de sanación nos ayudan a una reconexión espiritual, a un conocimiento bio-psico-espiritual, a la superación del estrés, canalización correcta de las energías bloqueadas y eliminación de tensiones acumuladas. También nos permite liberar emociones retenidas y equilibrarlas. La sanación a través de las danzas nos permite un equilibrio mente-cuerpo-alma. 

Para aplicar las danzas rituales de sanación, se deben identificar los cantos, los ritmos y principalmente, sus significados. El sanador debe manejar técnicas y posturas corporales que ayudarán a encontrar un equilibrio armónico y saludable denominado conciencia corporal. Debe reconocer el cuerpo del paciente, de tal manera que lo utilice como un canal energético a beneficio del mismo paciente, a través de la expresión corporal.

La danza afrocontemporánea ha sido una oportunidad para vincular a la danza afroecuatoriana tradicional a esta energía de la libertad, de sentir las vísceras, el corazón y sentir el cuero resonador de mi piel. Lo importante, es sentir el ritmo de las danzas en el cuerpo y liberar las tensiones. Para la sicóloga Verónica Pérez “este tipo de herramientas sirven en la medida que son un vehículo para desahogarse y manejar el estrés o la tensión”. No obstante, la profesional advierte que “un taller de este tipo será mucho más beneficioso en la medida en que la persona tome conciencia de su problema y trate de superarlo”. 

Son muchísimas los profesionales que están dedicados a estudiar y trabajar este tema de la sanación a través de la danza, desde diferentes ópticas, desde diferentes culturas y formas de pensamiento. Lo común a todos, es que nadie puede negar el poder curativo, preventivo y de sanador de los cantos, los ritmos y las danzas te ayudan a sanar las emociones que dañan tu cuerpo, como la ira debilita el hígado, el miedo debilita los riñones y la preocupación debilita el estómago. El danzar ayuda a estar radiantes y sonrientes en el aquí y ahora, Ashe.

por Rosa Mosquera
Fundadora de la Casa Ochún