No basta la con la interculturalidad, urge una agenda antirracista

25/03/2025

Autor/a:

por Públicos

Ecuador es un país plurinacional e intercultural. Y ahora decirlo resulta “fácil”, se entiende, aunque no se asume del todo en la institucionalidad estatal, menos aún en la sociedad a plenitud. Ha costado tanto colocarnos en esa dimensión: tuvieron que pasar dos constituyentes (la del 1998 y la del 2008), miles de debates y de disputas alrededor del tema, levantamientos populares, demandas y un intenso hacer y deshacer en las estructuras narrativas de la política pública.

Ese largo trayecto dejó un sinnúmero de víctimas. En otras palabras: para garantizar derechos a los pueblos y nacionalidades hubo sangre de por medio, persecuciones, exclusiones y cargas simbólicas xenófobas y racistas que aún persisten, a pesar de todo lo alcanzado. 

Por eso nos atrevemos a decir que la negritud está vista desde lugares problematizantes, desde lógicas raciales y no precisamente desde una perspectiva justa: la de su propia identidad, desde lo que ha sido y es, y lo que ha construido desde una resistencia prolongada.

Es que es verdad: como sociedad, en la cotidianidad, seguimos viviendo las relaciones desde los paradigmas raciales establecidos desde la Colonia. Por cierto, una colonialidad que no ha desaparecido, que se ha transformado y amoldado después de cada conquista de derechos, o simplemente que se agazapa o asalta espacios para intentar validar la exclusión por el color de piel, por la marginalidad y por una conducta activa en contra de cualquier instalación de otro relacionamiento.

Nos queda siempre la duda de si la apuesta por una vida digna para las poblaciones afrodescendientes debe ser “gestionada” desde las instituciones del Estado, desde esa tarea excluyente y también expulsora de sentidos si se trata de un colectivo, una comunidad o un grupo artístico afroecuatoriano. Y como es una duda hay que discutirla en la academia, en los colectivos, entre los artistas e intelectuales, con los gestores culturales, con los medios de comunicación, pero sobre todo en los territorios. 

Porque, sinceramente, hace falta instalar, en los espacios culturales y artísticos, la agenda antirracista que se ha establecido en diferentes foros y encuentros de los pueblos afros. No basta con “incluir”, se requiere “estar” y “ser” un cuerpo presente, un sonido latente y un relato permanente a favor, por ejemplo, de un afrofeminismo y de un afroecologismo porque sin ello no tiene futuro la misma humanidad. 

De ahí que este número de Públicos se instala en la discusión y en la reflexión para dar ese salto en la necesidad de exponer y entender las afrolatinidades, afroecuatorianidades y sus resistencias en pleno siglo XXI, desde las voces propias del pueblo afroecuatoriano. 

Esta edición de Públicos es el resultado de un proceso colectivo en el que han confluido diversas voces y perspectivas, sumando las miradas de quienes habitan y transforman los espacios culturales, así como de aquellas que, desde el pensamiento y la acción, han sostenido la lucha por la dignidad y los derechos de las poblaciones afroecuatorianas. Es un ejercicio de escucha y palabra, una trama de memorias donde la cultura no es solo testimonio, sino una forma activa de resistencia y posibilidad, nutrida de experiencias, reflexiones y luchas que dan cuenta de la vitalidad de estos espacios. 

Este número busca generar un territorio de encuentro, donde la memoria, la identidad y la resistencia dialogan para proyectar otros horizontes.umo. 

por Públicos
Revista de artes y pensamiento